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Los Pueblos Indígenas del Perú
Los Pueblos Indígenas del Perú
20 julio, 2017
En el Perú, a parte de los más de seis
millones de indígenas quechua y aymará de la sierra andina, viven en la
Amazonía peruana unos cincuenta pueblos indígenas, poseedor cada uno de una
lengua propia. Estas lenguas se agrupan en más de una quincena de familias lingüísticas.
Además de la lengua, cada uno de estos pueblos posee un territorio, una forma
de vivir en sociedad y una filosofía de la vida singular. Las diferencias
lingüísticas y culturales no impiden sin embargo que estos pueblos presenten
muchas características en común, fruto de los orígenes que comparten y los
intensos intercambios culturales que mantienen.
La historia de los pueblos indígenas
peruanos se remonta a muchos miles de años. Aunque los primeros hombres
atravesaron el estrecho de Panamá hace por lo menos 35.000 años, las pruebas
inequívocas de presencia humana en la región del Perú actual datan de mucho
tiempo después.
Hace unos 20.000 llegaron las primeras
poblaciones, siguiendo los desfiladeros andinos y ocupando también espacios de
la ceja de selva. La selva baja no empezó a poblarse hasta más tarde, con la
domesticación de la yuca y la introducción del maíz.
La llegada del poder colonial obligó a
hacer frente a reiterados intentos de conquista territorial. Este problema se
ha perpetuado hasta hoy en día, en forma de frentes extractivos que se han ido
sucediendo trayendo consigo, como sucedió por ejemplo con el caucho, nefastas
consecuencias ecológicas y humanitarias.
Sin embargo, si los pueblos andinos fueron
incorporados al poder colonial, los pueblos de la selva nunca fueron
conquistados, y quizá debido a este espíritu de resistencia están presentes en
nueve departamentos peruanos. Más aun, constituyen la población mayoritaria en
cinco provincias y casi cuarenta distritos.
Los indígenas peruanos son la cara más
expresiva de la pobreza. El 75% de ellos perciben ingresos menores a dos
dólares diarios. Esta condición socioeconómica demuestra, según la Organización
de las Naciones Unidas (ONU), que ser indígena equivale a ser pobre.
La secretaria ejecutiva de la Coordinadora
Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH), Rocío Silva Santisteban, subraya que “la
población indígena ha sido maltratada y ninguneada desde la época virreinal”.
Este cuadro de injusticia histórica es subproducto de un modelo de desarrollo
basado en el neoextractivismo, que orienta la economía hacia actividades de
explotación de la naturaleza para la obtención de recursos dirigidos a la
exportación. Las actividades extractivas generan efectos desequilibrantes en
materia socioambiental.
El 39 por ciento de los peruanos, según
Latinbarómetro, cree que son discriminados por raza. Silva Santisteban recordó
la expresión que lanzó el expresidente Alan García en contra de los pueblos
originarios, a quienes calificó de “perro del hortelano”. “El perro del
hortelano fue percibido, desde los pueblos indígenas, como lo más
excluyente e insultante”, apuntó.
El gobierno de Ollanta Humala, siguió el
piloto automático del perro del hortelano”, y desconoció la existencia de
pueblos indígenas en los Andes. “Es absolutamente absurdo que diga que los
únicos pueblos verdaderamente indígenas son los nativos y los nativos no
contactados. Estos están saliendo de los espacios de la selva virgen, porque
están siendo cercados por este Estado que está planteando todo un paradigma de
desarrollo en beneficio de las grandes empresas extractivas”, aseguró Silva.
“Tenemos que ampliar la visión de los
modelos de desarrollo. Y, uno que plantean los pueblos indígenas es ese vínculo
directo con la tierra, que es algo que el mundo urbano ha perdido”, comentó,
tras recordar que organismos internacionales, entre ellos la Comisión Económica
para América Latina y el Caribe (CEPAL), alertan que los patrones de desarrollo
de muchos países de esta parte del mundo ponen en peligro las instituciones
culturales de los pueblos indígenas.
Idiomas
Las lenguas indígenas se hablan, sobre
todo, en los Andes centrales, meridionales y en la selva amazónica. Las únicas
lenguas nativas andinas actualmente en uso son el quechua, el aymará, el jaqaru
y el kawki; mientras que la región amazónica alberga una mayor variedad de
lenguas (siendo las lenguas más habladas el asháninka y el aguaruna), agrupadas
en una 14 familias lingüísticas junto con otras más lenguas aisladas e inclasificadas.
Pueblos indígenas del Perú
La siguiente lista presenta los 55 pueblos
indígenas u originarios identificados a la fecha por el Viceministerio de
Interculturalidad. Para conocer más sobre ellos, seleccione el nombre de un
pueblo indígena o una lengua indígena.
Territorio
Los pueblos indígenas del Perú luchan desde
siempre por mantener los territorios que les pertenecen como habitantes
originarios. Las formas de resistencia han cambiado a lo largo de la historia,
pero el objetivo ha sido el mismo: defender los espacios que ocupan desde
tiempos inmemoriales y que comparten con los otros seres vivos del ecosistema.
Desde hace unos treinta años esta lucha por
el territorio ha tomado la vía legal. Gracias al esfuerzo de las organizaciones
indígenas y de su entorno de apoyo se ha conseguido desarrollar una legislación
que ha permitido un proceso de titulación cuyo balance en términos
estrictamente cuantitativos es positivo.
Así, el Directorio de Comunidades Nativas
del Ministerio de Agricultura arroja la cifra de aproximadamente 1500
comunidades nativas, lo que significa una extensión territorial de unas
10’503,888 hectáreas tituladas. Hay que añadir unas 2’799.901 hectáreas de
cinco reservas territoriales (una forma de titulación sujeta a confirmación que
está contemplada en la ley), así como unas cuantas comunidades nuevas – y
ampliaciones de las ya existentes- en la provincia de Datem del Marañón y en
las orillas el Río Corrientes, siempre en Loreto, tituladas recientemente.
Se podrían también considerar como
superficies tituladas las reservas comunales que ocupan unas dos millones de
hectáreas, a lo que se le pueden añadir, en el futuro, unas cinco propuestas
más de reservas territoriales y siete de reservas comunales (con expedientes
listos y presentados ante el Estado), y algunas comunidades más por titular.
En las profundidades de la selva amazónica,
en Perú, viven pueblos indígenas que no han tenido contacto con el mundo
exterior. Corren peligro de extinción por las enfermedades y el robo de sus
tierras. Los trabajadores de las petroleras y los madereros ilegales invaden
sus tierras y propagan enfermedades. Los indígenas no sobrevivirán si no se
pone fin a esta situación.
Se estima que hay alrededor de 15 pueblos
indígenas aislados en Perú. Viven en las regiones más remotas y aisladas de la
selva amazónica, pero su tierra está siendo rápidamente destruida por los
foráneos. Entre ellos están los cacataibos, los isconahuas, los matsigenkas,
los mashco-piros, los mastanahuas, los murunahuas (o chitonahuas), los nantis y
los yoras.
Todos ellos se enfrentan a terribles
amenazas, que afectan a sus tierras, a su modo de vida y, últimamente, también
a sus vidas. Si no se hace nada, posiblemente desaparezcan por completo. Los
pueblos indígenas aislados son extremadamente vulnerables a cualquier forma de
contacto con foráneos, ya que no tienen inmunidad frente a las enfermedades
occidentales.
El derecho internacional reconoce que los
indígenas son dueños de sus tierras y su derecho a vivir en ellas como elijan.
El Gobierno peruano no está respetando el derecho internacional, así como
tampoco lo hacen las empresas que invaden las tierras indígenas.
Varias organizaciones están instando al
Gobierno peruano para que proteja a los indígenas aislados y no permita las
exploraciones de petróleo, talas u otra forma de extracción de los recursos
naturales de las tierras indígenas. El Gobierno debe reconocer a los indígenas
como los propietarios de su tierra.
Las mayores amenazas para los indígenas no
contactados de Perú son los trabajadores de las empresas petroleras y los
madereros ilegales. El Gobierno peruano ha firmado contratos con petroleras que
abarcan más del 70% de la Amazonia peruana . En una buena parte de este
territorio están incluidas regiones donde habitan pueblos indígenas aislados.
La prospección petrolera es especialmente
peligrosa para los indígenas porque abre zonas antes remotas a otros foráneos,
como madereros y colonos. Usan las carreteras y caminos de los equipos de
exploración para entrar.
La caoba: el “oro rojo”
La otra gran amenaza son los madereros
ilegales, muchos de ellos en busca de caoba. Conocida como el “oro rojo”, la
caoba alcanza un precio muy alto en el mercado internacional. La selva peruana
tiene parte de la última madera de caoba comercialmente viable que queda en el
mundo, lo que ha provocado una “fiebre del oro rojo” en pos de lo que aún
queda.
Por desgracia, estas son las mismas zonas
donde viven los indígenas aislados, lo que significa que el hecho de que los
madereros invadan su territorio y contacten con ellos es casi inevitable. En
1996 los madereros ilegales forzaron el contacto con los indios murunahuas. En
los años siguientes murió el 50% de ellos, la mayoría de catarros, gripe y
otras infecciones respiratorias.
Los madereros también han forzado a miembros
de una tribu no contactada a huir de Perú por la frontera hacia Brasil. A lo
largo de los años se ha recopilado una gran cantidad de pruebas, que incluyen
vídeos, audios, fotos, utensilios, testimonios y entrevistas.
Por ejemplo, el 18 de septiembre de 2007,
un avión fletado por la Sociedad Zoológica de Frankfurt sobrevoló una zona
remota del sureste de la selva peruana para comprobar la presencia de madereros
ilegales. Por casualidad encontraron un grupo de unos veintiún indígenas ,
probablemente del pueblo mashco-piro, en un campamento temporal de pesca en la
ribera de un río.
Sólo seis semanas después, Alan García,
entonces presidente de Perú escribía en un artículo de un diario que los
indígenas no contactados habían sido ‘creados’ por ‘medioambientalistas’ que se
oponen a las prospecciones petrolíferas.
Casi todos los indígenas aislados son
nómadas, se desplazan por la selva dependiendo de las estaciones, en pequeños
grupos de familias extensas. En la estación de lluvia, cuando los niveles de
agua son altos, los indígenas, que generalmente no usan canoas, viven lejos de
los ríos, en el corazón de la selva. Durante la estación seca, sin embargo,
cuando los niveles de agua son bajos y en los meandros de los ríos se forman
playas, acampan en esas playas y pescan.
La estación seca es también el momento del
año en que las tortugas de río aparecen en las playas para poner sus huevos,
enterrándolos en la arena. Los huevos son una fuente importante de proteína
para los indígenas, y son expertos en encontrarlos y desenterrarlos. El hecho
de que los indígenas estén en estas playas significa que en este momento del
año es más probable que sean vistos por los madereros y otros foráneos o por
los pueblos indígenas vecinos ya contactados.
Además de huevos de tortuga, los indígenas
no contactados se alimentan de gran variedad de carne, pescado, plátanos macho,
frutos secos, bayas, raíces y larvas. Entre los animales que cazan están el
tapir, el pecarí, monos y ciervos.
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