La palabra sincretismo proviene del griego ‘synkretismos’, que a
su vez está compuesto por ‘syn-‘ (con), ‘kriti’ (cretense) e ‘-ismo’
(doctrina). Según un texto de Plutarco, los cretenses solían dejar
a un lado sus diferencias en periodos de guerra para luchar juntos y fue
precisamente esta tendencia a unirse lo que toma la palabra sincretismo. Se
trata de un suceso cultural por el cual dos sociedades distintas acaban por
compartir o unir dos o más rasgos de origen diferente. Si nos centramos en
el sincretismo religioso, es un proceso normalmente espontáneo provocado por el
intercambio cultural de los distintos pueblos, aunque también puede ser
ordenado como en el caso del dios greco-egipcio Serapis. Ptolomeo I
declaró patrón oficial de Alejandría y dios de Egipto y Grecia
a esta deidad en ambas culturas con el fin de que la convivencia fuese más
fácil y quedasen vinculadas culturalmente a través de un elemento común.
Este fenómeno suele producirse en situaciones de conflicto en
los que la unión de ambos cultos, contradictoria en muchos sentidos pero
aceptada por sus seguidores y siendo el producto resultante respetuoso para
ambos credos, surge como un intento de crear un ámbito de armonía en el
que las dos culturas puedan convivir. Este proceso no suele ser fruto de un
diálogo ni de una negociación, sino que se produce a fuerza de que dos culturas
distintas se encuentren frente a frente y, en lugar de intentar imponerse,
acaben por asimilar la existencia de ambas religiones en un solo
espacio común. Los primeros cambios que se producen no están en las
creencias de los individuos en sí, sino en las fachadas de las propias
religiones, que empiezan a crear semejanzas con el objetivo de que la
transición sea más sencilla y asimilable para los fieles.
En América y África, donde han sido muy comunes los procesos de
dominación occidental sobre las religiones locales y las
culturas, existen numerosos ejemplos de sincretismo religioso como el vudú
haitiano, la macumba, el candomblé brasileño o el kimbangüismo africano. En
Guatemala, la Iglesia de Santo Tomás de Chichicastenango es
uno de los pocos templos católicos del mundo en cuyo interior y exterior se
permiten los ritos de otra religión: la antigua religión maya. La
creencia popular dice que, a mediados de 1800, el padre Ximénez encontró en el
interior del templo el manuscrito del Popol Vuh, la biblia maya, y
lo leyó dentro de la iglesia. Desde ese momento, los indígenas pueden
practicar el sincretismo entre el culto católico y el culto maya, realizado
por varios oficiantes que emplean velas de colores, incienso, humo, aguardiente
y pétalos de flores durante las celebraciones religiosas.
Artículo : https://www.muyinteresante.es/cultura/arte-cultura/articulo/ique-es-el-sincretismo-religioso
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